Actividad de Gratitud para niños (de 3 a 99 años)

gratitud

Leyendo Authentic Happiness de Martin Seligman encontré una actividad para fomentar la gratitud y las emociones positivas en los niños que en lo personal me gustó mucho y ya llevo practicando por alrededor de 3 meses. Esta actividad consiste en cada noche antes de dormir preguntar a los niños por 3 cosas que les hayan gustado de ese día, esto fomentará el que puedan recordar los momentos positivos del día y también agradecer esas experiencias. Conforme vayan creciendo esto se volverá un hábito y parte de su rutina de descanso, en lugar de «rumiar» los eventos negativos o los errores que cometimos durante el día, la posibilidad de dormirnos que un sentimiento positivo que nos ayude a dormir mejor y afrontar el siguiente día.

En todo libro que encuentro y leo acerca de la felicidad y la psicología positiva me encuentro con que la gratitud es uno de los elementos principales para potenciar nuestra felicidad y bienestar. Se recomienda llevar un diario de gratitud, en lo personal comencé con este proyecto hace unos 3 meses después de leer la importancia que tiene, pero constantemente olvidaba hacerlo, después encontré una aplicación maravillosa Happier una red social donde todos sus participantes escriben las cosas que los han hecho felices a lo largo del día, tiene la capacidad de subir fotos y dividir tus momentos en categorías, cada vez que escribes un momento Happier te felicita con serpentinas, pero después de agregar tu 3er momento feliz del día tendrás un festejo mucho mayor que te motivará a seguir haciéndolo en días posteriores. Algo que me gusta mucho de esta aplicación es poder leer y ver las fotos de los momentos felices de otras personas alrededor del mundo y corresponder con una sonrisa para la comunidad Happier.

happier

Martin Seligman recomienda que con los niños conforme van creciendo se puede agregar la pregunta de ¿qué esperan bueno que pase al siguiente día? sobre todo después de los 5 años lo que crea un preámbulo para otra actividad: Se le pide a cada niño que forme una imagen en su cabeza de un lugar que les agrade y que sea bonito, se les pide que describan ese lugar (puede ser un parque, una playa, una casa o una recámara) y que intenten ponerle un nombre (La La Land, parcopolis, Buyamún, etc) después se les da la siguiente instrucción:

                 Mientras te quedas dormido (con voz suave) quiero que hagas 3 cosas: 

                Primero que mantengas esa imagen en tu mente

               Segundo que repitas el nombre de ese lugar hasta que te quedes dormido

               Tercero que intentes soñar con ese lugar

Esto promueve el que los niños tengan sueños agradables y también puede utilizarse en adultos con quienes tiene el mismo efecto.

Como sea que practiquemos el hábito de la gratitud es importante volverlo parte de nuestra rutina diaria, no solamente agradecer a otras personas por lo que hacen por nosotros, o por las buenas noticias, sino también agradecer por lo que cada día damos por sentado, el despertar, el comer, el tener salud, el estar rodeado de nuestra familia, etc. En lugar de comparar nuestras vidas o posesiones con las de otras personas que tal si empezamos por agradecer lo que si tenemos lo cual puede hacer un cambio significativo en nuestras vidas.

Placeres y Gratificaciones

placeres

Si de algo quisiéramos colmar nuestros días es de cosas placenteras o gratificantes, pero la mayoría de las veces no sabemos distinguir una de la otra ni cómo obtenerlas.

Los Placeres

Cuando algo nos resulta placentero es porque ingresa por nuestros 5 sentidos ya sea olfato, vista, tacto, gusto u oído. Para experimentar placer no se necesita pensar simplemente al darle una mordida a un chocolate lo experimentamos, la reacción ocurre de forma inmediata. El problema con el placer es que se extingue rápidamente porque nos acostumbramos rápido a los estímulos que lo provocan, como cuando olemos un perfume que despierta nuestros sentidos pero al cabo de unos minutos los receptores de la nariz se acostumbran al olor y bloquean el registro en nuestro cerebro, así el olor desaparece por más que intentamos olerlo de nuevo; lo mismo sucede con el oído, el tacto, la vista y el gusto, cada uno de los sentidos después de unos minutos o segundos dejan de percibir un estímulo intenso.

Es por eso que buscamos más de ese estímulo, cuando ya no logramos oler el perfume nos aplicamos más, cuando el placer de morder el chocolate desaparece queremos dar otra y otra mordida; esto hace que algunos de los estímulos placenteros puedan convertirse incluso en una adicción, de tal forma que cuando el efecto placentero desaparece la persona siente la necesidad de volver a experimentarlo una y otra vez (recientemente se ha descubierto que el azúcar es sumamente adictiva por eso es necesario sustituirla por otros endulzantes en nuestra dieta diaria).

Precisamente por lo efímeros que son los placeres sería muy difícil intentar mantenernos felices a causa de ellos, pero solemos pensar que el comernos un pastel nos hará felices, y claro por unos cuantos segundos así será…

Los Altos Placeres

Los altos placeres derivan de los placeres pero son un poco más complejos, son aquellos que están involucrados con las emociones, las emociones positivas claro. Todas aquellas cosas que nos hacen sentir diversión, entusiasmo, goce, excitación, alegría, etc. Que tampoco necesitan gran aportación de lo cognitivo, no requieren esfuerzo, no requieren del pensamiento pero también desaparecen rápidamente y nos acostumbramos a ellas con facilidad. Estas actividades podrían ser salir con amigos, bailar (no profesionalmente), ir a la playa, ver televisión, aquellas actividades divertidas pero que no necesitan de nuestras habilidades.

Las Gratificaciones

Por otro lado tenemos eventos gratificantes que resultan ser muy diferentes a los placenteros, para empezar necesitan de nuestro pensamiento, necesitamos pensar para obtener algo gratificante, y la buena noticia es que son mucho más duraderos que los placeres, pues enriquecen nuestra vida, nos hacen crecer y sentirnos bien con nosotros mismos.

Cuando estamos en una actividad gratificante estamos tan inmersos en ella que incluso no tenemos ninguna emoción. Mientras los placeres tienen que ver con los sentidos y las emociones las gratificaciones tienen que ver con exaltar nuestras fortalezas y virtudes. De este concepto extrae Mike Csikszentmihalyi su teoría de «Flow» que ya veremos más adelante pero que tiene que ver con esas actividades que hacen que el tiempo se detenga, donde nos sentimos haciendo justo lo que queremos hacer y no quisiéramos que terminara…

Para que una actividad sea gratificante tiene que tener los siguientes elementos:

  • La actividad debe tener un reto y requiere de habilidades específicas.
  • Requiere concentración
  • Tiene metas claras
  • Llevamos acabo la actividad con compromiso y sin esfuerzo.
  • Tenemos un sentimiento de control
  • Nuestra atención no está puesta en nosotros mismos.
  • El tiempo se detiene

Es importante que vayamos descubriendo estas actividades pues son las que mayor gratificación traen a nuestras vidas, yo ya he logrado identificar que para mi es aprender ya sea leyendo un libro o yendo a algún curso o conferencia; para mi mamá es pintar y también leer (sobre todo novelas de suspenso e historia) para mi papá es estar en el jardín y tenerlo impecable, para mi esposo es el ejercicio (ahora sobre todo la bicicleta) y para mi hermano el fútbol, aprender y sobre todo mejorar él y a todos lo demás.

Piensa ¿cual es tu actividad gratificante, tu actividad «Flow»? y ¡compártela conmigo!

Felicidad = Media + Circunstancias + Variables

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F = M + C + V

Felicidad = Media + Circunstancias +Variables.

Esta fórmula de la felicidad permanente es propuesta por el Dr. Martin Seligman en su libro «Authentic Happiness» y se las voy a explicar lo mejor posible.

La felicidad duradera (no los goces o alegrías pasajeras) consiste en primer lugar de una parte genética, así como nuestros genes determinan si tenemos los ojos azules o de color café, la genética también establece una Media (M) de felicidad, es decir una felicidad estándar en cada individuo, esto quiere decir que hay personas que genéticamente son más felices que otras, hay personas que su genética promueve que caigan en depresión; esto significa que de acuerdo a nuestro carácter después de un evento triste o alegre tenderemos a regresar a nuestro punto promedio o medio de felicidad. Esta Media también se refiere al hedonismo, es decir a un estímulo placentero por ejemplo: en menos de 3 meses eventos importantes como ser promovido en el trabajo pierden el impacto en nuestro nivel de felicidad, solo 3 meses! Una persona millonaria incrementa muy poco el nivel de felicidad pues llegamos a acostumbrarnos a contar con ese dinero y ya no significa gran cosa en nuestras vidas; el atractivo físico no tiene efecto significativo en los niveles de felicidad de una persona ni tampoco el estar saludables (aunque el estar enfermos si contribuye a la depresión).  En resumen la Media promueve el que estemos la mayoría del tiempo con el mismo estado de ánimo, el que solemos tener por herencia.

Sin embargo existen otras 2 variables en la fórmula para la felicidad duradera así que no se desanimen tan pronto.

Las Circunstancias (C) se refieren a las experiencias de vida algunas de ellas tienen impacto en los niveles de felicidad (según las investigaciones de Seligman) y otras no. Por ejemplo, el dinero solamente tiene efecto en la felicidad en poblaciones pobres, cuando el dinero no alcanza para las necesidades básicas puede afectar en el nivel de felicidad de la persona, pero una vez que se cubren esas necesidades el tener más dinero no influye en qué tan felices somos (a pesar de que pensemos lo contrario);

El vivir con una pareja sobre todo si es un matrimonio ha resultado que si es un factor importante en la felicidad de las personas, contrario a lo que algunos podrían pensar, las personas casadas son más felices que las solteras o divorciadas, esto no aplica a los matrimonios disfuncionales; es decir los casados son más felices que los divorciados pero los que están casados e infelices son aún más infelices que los divorciados.

La vida social también es un factor importante, las personas que tienen una vida social plena suelen ser más felices que los solitarios. No se sabe qué es primero si el que la gente feliz atrae a más gente y la gente depresiva aleja a la gente, o el tener una amplia vida social nos hace más felices, pero será cuestión de ponerlo en práctica.

Otro factor que me llamó la atención es que entre más edad tenemos más felices nos sentimos, por momentos a todos nos ha deprimido la idea de llegar a la vejez ¡despreocúpense! pues lo más seguro es que sean más felices que ahora. Muy ligado con el envejecimiento está la salud, resulta que no es tanto que tan saludables estemos sino qué percepción tenemos de nuestro estado de salud, si nos sentimos enfermos no importa que no lo estemos esto nos hará sentir menos felices; incluso se ha encontrado que pacientes con cáncer no presentan niveles de felicidad significativamente menores al resto de la población sana.

El nivel de educación así como el nivel de inteligencia tampoco es un factor importante en nuestra felicidad, así como tampoco lo es el clima del lugar donde vivimos  (los climas fríos causan mayores índices de depresión, más no influyen en los niveles de felicidad de la población no deprimida).

Las personas religiosas tienden a tener índices bajos de abuso de drogas, crimen, divorcio y suicidio, también se ha encontrado que son más saludables y viven más; lo que hace que la gente religiosa sea significativamente más feliz que la gente que no práctica una religión, quizá porque crea esperanza y sentido de vida.

El último componente de nuestra fórmula son las Variables (V) las cuales tienen que ver con nuestra vida cognitiva, toda emoción proviene de un pensamiento: de una creencia o de una percepción. La parte genética no podemos modificarla, nuestras circunstancias o experiencias de vida algunas podremos cambiarlas o modificarlas y otras no; pero nuestros pensamientos si, estos están bajo nuestro control y es ahí donde podemos hacer un cambio significativo en nuestra felicidad permanente ¿cómo? ¡lo dejaremos para el siguiente artículo!

Mientras tanto ¿qué opinan de M y V?